lunes, 4 de abril de 2016

RESUMEN SUZUKI 2015

RESUMEN SUZUKI 2015

                                      Febrero 2015. Tychy (Polonia) "Szkola Suzuki"


Marzo 2015. Castellar del Vallés."Artcàdia" 








Julio 2015.Curso de verano "Kortjakje"





Julio 2015.  III Curso Nacional Federación Española

martes, 8 de abril de 2014

jueves, 9 de enero de 2014

CLASE COLECTIVA EN CORDES ESPAI EDUCATIU





CURSO EN CORDES ESPAI EDUCATIU CON DAAN DE VOS. MAYO 2013




SOBRE LA MOTIVACIÓN



La finalidad de la educación es “enseñar a desear lo deseable”. 
 PLATÓN

Para comenzar a hablar de la Motivación debemos hablar primero de conceptos como la personalidad y el talento. Son palabras claves a la hora de hablar de educación, aprendizaje o pedagogía. El caso que nos atañe es la formación musical de niños de muy corta edad, por lo que el camino es muy largo y por tanto conviene estar preparado para afrontar cada una de las dificultades correspondientes a cada etapa, siendo la Motivación una constante en todas ellas. 

La personalidad es una tarea, un proyecto, y no un rasgo de origen en el ser humano. En la personalidad hay una parte heredada (el temperamento), una parte aprendida (el carácter) y una parte elegida (el proyecto personal). Una buena educación implica ayudar a cada niño, a partir de su temperamento, a desear las metas mejores, a comprometerse con ellas y a soportar el esfuerzo. La motivación pertenecería al nivel del proyecto personal. El deseo también es parte vital en toda educación. Debemos conseguir que los niños DESEEN conducir el tren de su vida, y no ser pasajeros por unas vías que otros construyen por ellos. Que deseen con todas sus fuerzas sentirse CAPACES. 

Todos los niños son prodigiosos, cada uno a su estilo, con sus problemas, 
pero también con sus posibilidades que debemos descubrir. ROSENTHAL

Trabajamos con la meta de crear una persona con talento, es decir, una persona que llegue a reunir las siguientes características:
No dependa de motivaciones externas, sino que sepa automotivarse.
Aprenda a controlar sus impulsos.
Sepa cuándo perseverar y cuándo debe cambiar de objetivo.
Sepa sacar el máximo provecho de sus capacidades.
Traduzca el pensamiento en acción.
Se proponga objetivos concretos.
Complete tareas.
Tenga iniciativa.
No tenga miedo al fracaso.
No deje cosas para otro día.
Acepte las críticas justas.
Rechace la autocompasión.
Sea independiente.
Trate de superar las dificultades personales.
Se concentre en sus objetivos.
No trate de hacer demasiadas cosas a la vez, ni demasiadas pocas.
Tenga capacidad para aplazar la gratificación.
Sepa ver al mismo tiempo el bosque y los árboles.
Tenga un nivel razonable de autoconfianza.
Equilibre el pensamiento analítico, el creativo y el práctico.

Una cosa es conseguir que alguien haga algo, 
y otra muy distinta conseguir que alguien quiera hacer algo.

La fuerza de la motivación es la suma de: Deseo + Incentivo  + Facilitadores.
Si la meta es interesante, enlaza con alguno de los intereses del sujeto y se provoca el deseo.
Si se presenta atractivamente y la forma de llevarla a cabo es satisfactoria, estamos cumpliendo los incentivos.
Si se siente capaz de alcanzar la meta, a través de las estrategias debidas… hace uso de las circunstancias facilitadoras.

En la Pedagogía Suzuki, al igual que en el resto de circunstancias y enseñanzas de la vida, hemos de actuar sobre cada uno de estos elementos. La película empieza con unos deseos: querer tocar un instrumento, y con un proyecto  cambiante con el paso del tiempo: paso de volúmenes, conciertos… y entre ellos, el camino a recorrer: la tarea, la práctica en casa. Sin un proyecto estamos condenados al aburrimiento. 

Halando de sensaciones  vitales, el DESEO puede referirse al hambre, la sed… en nuestro caso será el avance instrumental. En ocasiones el deseo surge del niño, o en otras ocasiones es el padre quién debe provocarlo en el niño, de ahí la necesidad de la iniciación del padre al instrumento. 
Para saciar este deseo los INCENTIVOS serían la comida, bebida… En el caso de un niño aprendiendo a tocar un instrumento, será el poder participar en conciertos, avanzando en cada uno de ellos en las piezas de repertorio.  Corresponde a los padres y profesores contagiar el entusiasmo: deben hacer una buena venta de su producto, estando convencido de que lo que hace estudiar es verdaderamente valioso, interesante y útil.
Para lograr la meta se necesitan los FACILITADORES, el sentimiento de capacidad, la ayuda… que en nuestro caso correspondería a una práctica ordenada, fomentar el hábito (búsqueda de un lugar y horario establecido). La experiencia de éxito merecido y reconocido es uno de los premios más poderosos para el niño. Si lo siente, querrá sentirlo otra vez y entonces habrá entrado en la gran espiral del aprendizaje. Es obligación de los padres y docentes provocar que el niño triunfe al menos una vez, provocando un nuevo deseo de triunfo. 
No hay genios perezosos. El talento está al final, no al principio. 
Sea cual sea la maestría que queramos adquirir, hace falta un largo entrenamiento. GLADWELL

Una vez decidido el comienzo de la educación musical, como en cualquier otra actividad, lo difícil es mantener el empuje de la decisión, ya que nos desanimamos con facilidad. Una decisión necesita una energía especial para mantenerse a lo largo del periodo de realización, ya que nos encontramos con obstáculos: el cansancio, el desánimo, el desinterés, la tentación, el dejar las cosas para después. 
Los niños viven en el presente, no tienen la suficiente consciencia del futuro para predecir que las conductas costosas que les pedimos les serán muy útiles en el porvenir. Por ello el papel de los padres es de suma importancia en la vida de los niños, y concretamente en la Pedagogía Suzuki dependerá de ellos la evolución del niño. La perseverancia es el gran facilitador, y es el mejor predictor de éxito en cualquier actividad, siendo a través de ella como se respeta el ritmo de aprendizaje de cada niño. Es un rasgo del temperamento, pero sin embargo, puede educarse y es importante educarla desde bien pequeños, porque es una condición imprescindible para progresar intelectual, afectiva, social y laboralmente. Forma parte de la llamada “educación de las virtudes”.
Todo método es bueno si abre el apetito de saber
 y provoca la necesidad poderosa de trabajar. FREINET

Mediante la educación pasamos de las motivaciones espontáneas a las motivaciones dirigidas, y para conseguirlo empleamos los recursos educativos, aplicables tanto en las clases como también en la práctica diaria de los padres con sus hijos en casa.
Premios: no nos referimos a regalos materiales, sino al elogio, el reconocimiento, y la conciencia de la satisfacción de un logro. Es la gran herramienta para favorecer el aprendizaje del esfuerzo. El esfuerzo debe ser premiado por sí mismo, no por sus resultados. Sin embargo hay que tener cuidado con los premios mal empleados: cuando se reciben premios sin la necesidad de esforzarse se suscita en el ser humano la pereza (actitud aprendida). A través de ellos desarrollamos también la capacidad crítica, ya que es importantísimo que el alumno sepa en cada momento si lo está haciendo bien o no. 
Modelos: Nuestro cerebro tiene unas “neuronas espejo” que nos incitan a imitar los comportamientos que vemos. La imitación puede ser espontánea o dirigida, siendo los padres, una vez más, el gran modelo a imitar de los niños. Es de gran importancia la forma que tienen los padres de interpretar las dificultades, verlas como un reto, no como una tragedia; y también la forma de interpretar el error, como fuente de aprendizaje, no como sentencia excluyente. 
Razonamiento: dar razones y ejemplos en cada uno de las nuevas etapas a aprender; así mismo, es necesario el razonamiento para convencer de la necesidad de esforzarse para conseguir las cosas.
Entrenamiento: es decir, la repetición como medio de adquirir hábitos. La formación de rituales tranquiliza al niño, le da seguridad, organiza la realidad y la hace previsible. La educación aspira a fomentar hábitos intelectuales y conductuales eficientes. En este aspecto el máximo responsable, sobre todo cuando a edades tan tempranas como los alumnos de la Pedagogía Suzuki, es de nuevo el adulto que acompaña al niño en dicha formación.
Eliminación de obstáculos: debemos educar a los niños a través de una vía directa (nuestra relación con ellos) y a través de una vía indirecta (a través del entorno que influye sobre ellos). Entorno: en unos entornos nos sentimos animados y creativos, y en otros nos entra el tedio vital. El clima afectivo en que nos encontremos favorece nuestra ascensión o nuestro descenso. 

Los niños se desarrollan en la medida en que el entorno les exige desarrollarse. SHENK


BIBLIOGRAFÍA:
José Antonio Marina: “Los Secretos de la motivación”, “La educación del talento”, “El cerebro infantil: la gran oportunidad”. Colección de la Biblioteca Universidad de padres. Editorial Ariel, 2011.