Nace el hombre con inteligencia pero no con talento, este hay que crearlo. Así pues, no nacimos dotados de ninguna de las aptitudes que ahora poseemos sino que las hemos adquirido a lo largo de nuestra vida. “
Esta es una de las conclusiones a las que llegó Sinichi Suzuki, (violinista y pedagogo japonés nacido en 1898) y sobre la que construyó su Método. Es posible pensar que al empezar a desarrollar una actividad tan compleja como tocar un instrumento a una edad temprana, se pretenda conseguir que estos niños sean Profesionales o Virtuosos del instrumento. Sin embargo, el método se dirige a la formación del Talento de los niños, es decir al desarrollo de las capacidades innatas en todos ellos.
Este método parte de la capacidad de imitación de los niños. En edades tempranas son mucho más receptivos a la información, son más hábiles para corregir y aprender, y su expresividad está más latente. Por todo ello la edad idónea para comenzar a tocar un instrumento con el Método Suzuki es de 3 a 6 años.
A través de este método surge una relación tripartita entre padre/madre-alumno-profesor, en la que todos tienen una misma importancia. Será el padre/madre quien se encargue de guiar al niño en la práctica en casa, puesto que estará presente durante las lecciones tomando por tanto un papel totalmente activo en esta educación instrumental.
Con la educación musical, los niños desarrollan su psicomotricidad, aprenden a escuchar y a organizarse, potencian sus habilidades sociales y, lo más importante, lo pasan bien haciendo música juntos.